"Yo aborrezco el divorcio —dice el Señor, Dios de Israel—, y al que cubre de violencia sus vestiduras», dice el Señor Todopoderoso. Así que cuídense en su espíritu, y no sean traicioneros."1
Una pregunta recurrente que recibimos de los lectores de Encuentros Diarios tiene que ver con el divorcio. ¿Debería de divorciarse un cristiano?
En la última década he trabajado en el área del divorcio y consejería, así que tengo contacto regular con la gente que lucha con esta situación. Para la mayoría, es una experiencia extremadamente dolorosa, y una terrible desilusión especialmente para los cristianos que desean sinceramente hacer la voluntad del señor.
Conozco a un hombre que ahora está pasando por el divorcio. Creo que él ha hecho todo en su poder para salvar su matrimonio. Durante los últimos meses él ha estado bajo tratamiento trabajando en su lado del conflicto marital pero, aunque es triste decirlo, su esposa ha rechazado el continuar con las platicas e indicó enfáticamente que su marido es el que necesita cambiar.
Hay muchas esposas que están en la misma situación.
¿Pero, que es lo que estas personas necesitan hacer? ¿Deben de permanecer dentro de una relación toxica y destructiva? ¿Y que deben o pueden hacer cuando la pareja pide el divorcio?
Algunos pelean el divorcio, pero para muchos no hay otra elección.
Es verdad, Dios odia el divorcio y lo hace porque es muy doloroso para aquellos a quienes él ama.
Pero recordemos que Dios también odia todo lo que sea dañino a sus hijos. Esto incluye encubrir el mal, chismes, mentiras, engaños, falta de honradez, los celos, el orgullo, los legalismos, y las relaciones destructivas, abusivas u odiosas, y las relaciones hipócritas que ponen un buen frente en público, pero detrás de puertas cerradas son todo menos cariñosas y amables.
Desafortunadamente, algunos que "predican que Dios odia divorcio" a ésos que están pasando por un divorcio están ciegos al hecho de que Dios odia su actitud crítica tanto como odia el divorcio.
Continuará...
Se sugiere la siguiente oración: "Dios mío, ayúdame a no juzgar a aquellos que están pasando por un divorcio, mas ayúdame a ver mis fallas y mis pecados y que con tu ayuda los pueda vencer. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."
1. Malaquías 2:16 (NVI).
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